El artículo de 7
páginas denominado “ Gozar y hacer gozar”
ha sido escrito por Michael Onfray.
Nuestro artículo comienza explicando quien son los responsables de las desgracias, los cuales son dos mujeres llamadas Eva y Pandora. Eva es para los cristianos y Pandora para los griegos. Antes de que Eva se comiese la manzana y que Pandora abriese la caja, los hombres vivían en el jardín del Edén, donde no existía la muerte, ni el sufrimiento… todo era paz, armonía… y culpan a las mujeres de sus desdichas. Respecto a la manzana que comió Eva, esta simboliza el conocimiento y la negativa de las mujeres a ser sumisas y querer valerse por sí misma. De esta manera, comienza nuestras calamidades, saber significa sufrir por ello que las mujeres sufren en el parte, hay que trabajar… Posteriormente, nuestro autor se pregunta si hay que culpas a las mujeres por haber comido la manzana y a la misma vez, haber abierto la caja en el caso de Pandora. La respuesta a esta pregunta viene dada por un no, debido a que gracias a estas mujeres prefirieron la sabiduría antes que la inocencia que existía en el jardín del Edén. Onfray toma a estas figuras como excepcionales debido a que gracias a ellas les debemos el nacimiento del saber, el impulso del conocimiento… aunque perdiendo la inocencia. Esto último no es un gran problema debido a que los inocentes están incapacitados de ser felices debido a que no son conscientes de qué es la felicidad. Nuestro autor admite que conocer implica aumentar el dolor, la tristeza… pero afirma que es mejor ser menos alegre y tener más conocimiento. Como he dicho, conocer siempre lleva a lo trágico de la vida. Saber es tener conciencia de que el tiempo pasa y surge la cuestión de que si se puede ser feliz sabiendo que nos dirigimos hacia la muerte. A continuación, el autor explica una teoría, la cual él no acepta, que consiste en que como hay que morir un día, es mejor morirse en ese momento debido a que estás más preparado. Onfray no cree en la restauración de la inocencia que antes existía como lo hacen las religiones de ahí a que estas creencias sacrifiquen el presente por un futuro el cual es una falsa ilusión. Después, se pregunta qué es la felicidad y llega a la conclusión de que consiste en gozar y hacer gozar, frase de Chamfort. Para esto último, hacer gozar, explica que numerosas veces nosotros no sabemos lo que nos hace gozar por lo que a una tercera persona resulta un poco más complicado pero para ello, existe la comunicación tanto con el lenguaje como por las miradas, tono de voz, gestos… Seguidamente, cuando una persona goza, no se da cuenta de ello debido a que está totalmente inmerso en ese placer pero para que él goce sea absoluto necesita al cuerpo. No hay felicidad sin goce. Al igual que el placer, la felicidad se produce en un momento por tanto es fugaz. Para finalizar, Onfray muestra que las pequeñas cosas de la vida cuando se juntan te proporcionan felicidad, es decir, cuando besas a alguien, lo ves desnudo… más los recuerdos de la infancia… todo estos recuerdos, al final de tu vida de proporcionan una felicidad que ni siquiera ,en esos momentos, sabías que iban a ser tan importantes.
Nuestro artículo comienza explicando quien son los responsables de las desgracias, los cuales son dos mujeres llamadas Eva y Pandora. Eva es para los cristianos y Pandora para los griegos. Antes de que Eva se comiese la manzana y que Pandora abriese la caja, los hombres vivían en el jardín del Edén, donde no existía la muerte, ni el sufrimiento… todo era paz, armonía… y culpan a las mujeres de sus desdichas. Respecto a la manzana que comió Eva, esta simboliza el conocimiento y la negativa de las mujeres a ser sumisas y querer valerse por sí misma. De esta manera, comienza nuestras calamidades, saber significa sufrir por ello que las mujeres sufren en el parte, hay que trabajar… Posteriormente, nuestro autor se pregunta si hay que culpas a las mujeres por haber comido la manzana y a la misma vez, haber abierto la caja en el caso de Pandora. La respuesta a esta pregunta viene dada por un no, debido a que gracias a estas mujeres prefirieron la sabiduría antes que la inocencia que existía en el jardín del Edén. Onfray toma a estas figuras como excepcionales debido a que gracias a ellas les debemos el nacimiento del saber, el impulso del conocimiento… aunque perdiendo la inocencia. Esto último no es un gran problema debido a que los inocentes están incapacitados de ser felices debido a que no son conscientes de qué es la felicidad. Nuestro autor admite que conocer implica aumentar el dolor, la tristeza… pero afirma que es mejor ser menos alegre y tener más conocimiento. Como he dicho, conocer siempre lleva a lo trágico de la vida. Saber es tener conciencia de que el tiempo pasa y surge la cuestión de que si se puede ser feliz sabiendo que nos dirigimos hacia la muerte. A continuación, el autor explica una teoría, la cual él no acepta, que consiste en que como hay que morir un día, es mejor morirse en ese momento debido a que estás más preparado. Onfray no cree en la restauración de la inocencia que antes existía como lo hacen las religiones de ahí a que estas creencias sacrifiquen el presente por un futuro el cual es una falsa ilusión. Después, se pregunta qué es la felicidad y llega a la conclusión de que consiste en gozar y hacer gozar, frase de Chamfort. Para esto último, hacer gozar, explica que numerosas veces nosotros no sabemos lo que nos hace gozar por lo que a una tercera persona resulta un poco más complicado pero para ello, existe la comunicación tanto con el lenguaje como por las miradas, tono de voz, gestos… Seguidamente, cuando una persona goza, no se da cuenta de ello debido a que está totalmente inmerso en ese placer pero para que él goce sea absoluto necesita al cuerpo. No hay felicidad sin goce. Al igual que el placer, la felicidad se produce en un momento por tanto es fugaz. Para finalizar, Onfray muestra que las pequeñas cosas de la vida cuando se juntan te proporcionan felicidad, es decir, cuando besas a alguien, lo ves desnudo… más los recuerdos de la infancia… todo estos recuerdos, al final de tu vida de proporcionan una felicidad que ni siquiera ,en esos momentos, sabías que iban a ser tan importantes.
Desde mi punto de vista, Onfray ha dado con la clave de la felicidad. Cuando vivimos nuestro presente no somos conscientes de lo placentero que es algo o lo feliz que estamos pero cuando ese periodo de tiempo se desvanece, lo echamos de menos debido a que nos ha quedado el recuerdo. Muy pocas veces somos capaces de reconocer que un momento va a ser muy importante para nosotros, en mi vida, solo lo he sabido una sola vez y he tomado conciencia de que ese momento iba a ser perfecto. Luego, encontramos esas situaciones que , como dice Onfray, estas tan centrado en el placer que no te das cuenta que es placer, es decir, tu cuerpo y tu mente están tan elevados que no caes en la cuenta que estas siendo feliz. Respecto al sufrimiento de la vida, hay que pasar por momentos duros para apreciar los buenos, un claro ejemplo, es lo bien que te sientes al principio del verano, donde no tienes que hacer nada que no quieres, y al final de este, debido a que has estado tanto tiempo sin hacer nada o sin estar obligado, te aburres un poco, por ello que tienes que estar unos meses trabajando, estudiando… para aprovechar esos meses donde puedes hacer lo que deseas. Los niños pequeños son menos conscientes de este hecho pero con los años se van percatando.
En
conclusión, hay que vivir el presente debido a que no sabes que puede ocurrir
en un futuro. Un día puedes estar haciendo vida rutinaria como cambiar toda tu
vida pasando por que cualquier día puedas
tener un accidente y acabar con tu vida.